y el brassière cubriendo a mitad pezones
-que, cual soldados erguidos,
miran buscando saciar la ansiedad de ti-,
mis pechos palpitantes
claman tu aliento, tu boca y tu lengua,
apoderándose con la fuerza arrolladora del mar
de mis sentidos…, de mis acelerados latidos.
En el sur donde laten las ganas y el sexo,
mi cuerpo yace quedo, ansioso, tembloroso,
a la espera de sentir caminar tus dedos
en el interior de mis espesuras y mis dulces aguas,
cual si bebieses de la ribera de un río.
¡Hurga!
Aprieta, saborea, palpa, traza deseos posibles.
... ¡Reinventa!
Sé de nuevo tú...
amo, señor y dueño del tesoro,
de la perla ocultos en mis profundidades… más allá de mi piel.
Búscalos...
El sendero está despejado y el atajo son mis piernas.
Enciende tu madera con la hoguera
que mi vientre resguarda cada día,
lleno de horas que no llegan.
No dejes que se quede dormido.
Cúbrelo con el calor de tus manos y el ardor de tu cuerpo.
¿Para qué buscar fantasías incompletas?
Tu «Bocato di Cardinale» soy yo…
El elixir que te embriaga está en mi beso profundo,
en mis labios de ámbar.
Yo soy tu idilio… tu locura y tu calma.
Soy yo tu historia perfecta.
¡Shhhh!
¡Silencio…!
No rompas la magia que nos regala el amor.
¡Se acabaron las ausencias…!
Que tu mirada hable perdida en la caricia de mi voz.
Que tus manos hagan suyo cada tono en mi cuerpo de voluptuosidad gitana.
¡Shhhh!
¡Silencio…!
Tan sólo aférrate al embrujo y cadencia que guardan mis caderas.
¿Mañana?
¡Shhhh!
¡Silencio…!
Ya pensaremos de nuevo mañana.
Hazme el amor hasta exhausto saciar tus ganas.
Hazte esclavo y prisionero de este amor mío,
convertido por tí en pasión-deseo.
Regalémosle a la alborada suspiros profundos y gritos de placer
que destellen como trinos al filo de la muerte al renacer el alba
… mañana al amanecer…
… Cuando habrá de enterarse el cielo que hicimos el amor…
Te amo.-
Mayra Bevilacqua
Domingo, Diciembre 25, 2011
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