lunes, 25 de febrero de 2013

Te enseñé....

Te enseñé…
Que una letra encendida puede penetrar con su fulgor las pieles más rugosas;
que sólo cuando el corazón late de verdad, el mundo de la poesía se hace realidad;
que cuando se ama sin condiciones, es porque se ama de corazón.
Te impulsé a ser libre de ataduras y de falsos presagios de aventura.

Te advertí…
Que amar como juego era ser cobarde aùn siendo sincero;
Que jugar con la piel para todos, te llevaría a pasiones ilusas y vacías;
Que nadie entendería lo que tu quieres que se entienda.
Que aunque cerca estuviera la fantasía, lejos siempre estaría la realidad.

Te comprendí…
Cuando dijiste adiós por miedo a no tener miedo,
mientras en silencio otros brazos saciaban la falta de los míos;
cuando tu soledad te llevó a abismos de sentimientos obscuros y sin formas;
cuando hable con la verdad y aún así, no me creías.

Ahora tú…
Enséñame cómo olvidarme de tu sombra,
adviérteme los peligros de la soledad.
Compréndeme si te ofendo con mis normas,
porque ahora soy yo el que sale a navegar…

Marco Aguirre

Febrero 25 2013
Derechos Reservados ©

miércoles, 20 de febrero de 2013

Naturaleza fervientemente viva*****


Selva dormida…
Madera fina que no se seca… mi cuerpo.
Sangre caliente. 
Savia y veneno.

Sudor que brota
del ardor y el fuego.
Latidos álgidos desde el infierno.

Dos alientos que se cruzan,
Dos bocas que se hurgan bordando con anhelo un beso
con lenguas de calor e incienso.
Cuatro ojos que se miran.
Dos pasiones... Un mismo deseo.

Que tus labios ansiosos
sean el fluido y más profuso manantial de húmedo contacto
que en ritmo cadencioso sacie mi sed.

Selva ardiente mis caderas.
Fuente de alimento mi pecho encendido.
El mundo que guarda mi sexo
ante ti se abre paso
con la majestuosidad de algún misterio inexplorado.

Soy naturaleza –tuya- fervientemente viva
Soy esa sensatez que terminó pariendo una a una tus locuras.

Que tu fogosidad me arrope
y mi tímida desnudez te embriague.

Despójate de silencios…
Limpia tus cicatrices que dejaron pasado y momentos grises
Que mi calor sea el que gobierne el torrente de tu sangre.

Desabrígate y revístete de mí
siendo mi piel también tu piel.
Dame tus ganas amando hasta divisar el tenue amanecer que guarda tu mirar
Regálame esa música distinta de tu profundo pausado respiro.

Me entrego entera… intensa.
Hazme el amor
entre tú… -cielo-.
Tú… -viento cambiante, fiero, inconstante por dentro-
Y yo… -. Tierra fértil que espera-
Yo- verde esperanza y laderas.

Soy naturaleza –distinta- fervientemente viva
Lienzo de sol, bronce y arena.
Víveme como se vive en pradera nueva

En un instinto… Soy llama
En un instante…. Soy brío.
En un beso… Soy Pasión.
En mil momentos… Tu ilusión y tu verdad.

En tu cuerpo
Naturaleza –inmensa- fervientemente viva,
Esa que sirve de recinto a tus sueños dulces,

¿Cómplice de tu lujuria,
aposento y razón de tus deseos?
Yo…
Quien se hace eterna,
Naturaleza fervientemente viva entre tus dedos.

Mayra Bevilacqua
Febrero 05-07, 2013

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