viernes, 21 de junio de 2013

Te Necesito****

Te necesito...
Como el respiro,
como el latido de mi pecho
que me dice que estoy viva; 
como la última gota de rocío
que vaga y con ansia
la rosa espera para humedecerse

Te necesito...
Como ese único beso
que me tienta,
me apetece;
como esa caricia
que espera con el alma abierta,
los ojos cerrados y piel despierta.

Aproxímate…
Intenta redescubrirme…
Vacíame de viejos dolores.
Haz espacio en mí para tus poemas
y letanías de amor.
Haz de mi piel tu papiro entero
donde verter toda tu historia de hidalguía
y, si gustas, puedes hasta rescribirme...
Reinvéntame cual si fuere doncella.
Haz de mi piel mil lunas nuevas.

Te necesito...
cual saciedad;
como hambre y sed para el ávido de caricias y besos...
Eres tú, para el alma mía y el cuerpo..,
mi constante alimento.

Ábreme a placer a tus antojos.
Navega en mi humedad
Viola mis cerrojos.
No permitas que me cierre una vez más.

Te necesito… Príncipe sin reino.
Necesito de tu roce,
que como noche y sombras se perpetúan
haciéndose luz entre tus dedos:
Dedos que saben de historias, de sensaciones
temblando entre gemidos y espasmos.

Deja tu lengua pincelar mis heridas
con su majestuosa pericia y sobriedad.
conviértelas en agua y sal
y bébetelas en sorbos cortos
hasta que nada quede de aquélla... Mi soledad.

Ven, hazte de mí de una vez.
Compleméntame con tus ganas...
Continuemos lo que quizás
en sueños de intensidad y delirio,
sin palabra pronunciar,
dejamos en pausa… sin culminar.

Mírame…
Acá estoy como regalo intacto.
¿Te atreves a intentar?

Mayra Bevilacqua
Junio 04/ 21, 2013

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domingo, 9 de junio de 2013

Aunque***

Aunque no me veas,
mi voz te arrulla como todos los días,
mis sueños se duermen contigo entre brazos,
esperando algún invierno poder encontrarnos.

Aunque no me toques,
te siento encendido
y mi alma se rinde ante ese delirio,
hasta ese día perfecto
que ese brillo en tus ojos
le confirme al mundo
que me miras distinto.

Aunque no me beses,
mi boca se quema
con tus labios en llamas,
como esa fuerza tuya
que nace de adentro...
como corcel en celo.

Tú.., caballero… impetuoso como el mar,
ferviente como una creencia,
dulce como la miel,
transparente como el cristal,
húmedo como el agua que fluye desde un manantial.

Aunque no me llames en tus madrugadas,
muy despacio te escucho nombrarme,
como si quisieses guardarme entre dientes...
Para volver a pronunciarme
en los silencios que visten tus momentos a solas
cuando de ti me crees lejana, ausente.

Aunque no te mire,
tal vez guardes suspiros en algún rinconcito
sin que yo lo sepa.
Mantengo los míos amarrados en mi pecho,
hasta una noche cualquiera
que amanecer no quiera,
para liberarlos todos sobre tu cama
y arroparnos con ellos,
hasta que seamos secuestrados
por una que otra luna lisonjera.

Suéñame… Y soñando, siénteme.
¡No voltees!
Cierra los ojos…
Cierra los ojos….Y ámame cuanto quieras.
Yo... Yo no te pediré estrellas.

Mayra Bevilacqua
Junio 06, 2013

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