He llevado esta vida con desengaños y mentiras.
Gente falsa plástica e inservible
no me ayudan en el avance de este mundo insufrible.
Caminar entre piedras,
obstáculos y dificultad
ha sido tortuoso a mi edad.
Creo que la vida no está hecha a mi medida
A veces quisiera experimentar lo suicida.
Camino y no avanzo.
Me apoyo y retrocedo;
dudo de mis propias capacidades.
Ya no tengo fe ni miro al cielo.
El mundo no está hecho para mi nobleza...
Este mundo frío de tristeza
atormenta las almas generosas,
acaban con la fuerza en la derrota.
Abro los ojos y miro a mi entorno
que es terreno árido, arenoso,
sin esperanza de que crezca semilla,
de que surja la fruta o la flor.
Miro un terreno todo seco:
Mi tallo rugoso por el paso del tiempo.
¿He dicho tallo?
Tallo viejo y enclavado en un suelo infertil y acabado.
Ahora entiendo mi problema:
Me he aislado de la luz y las tormentas.
Aquí no corre ni brisa;
tampoco siento del tiempo su prisa
¿Cómo avanzar con tantos miedos?
¿Cómo hablar de fe si yo mismo la niego?
¿Como pensar en oportunidades,
si le he cerrado las puertas?...,
dejando adentro las vanidades
y las promesas falsas con tabúes y falsas creencias.
Yo mismo soy mi verdugo,
quien ha truncado su futuro;
clavado como estaca inútil
en la desesperanza.
Marco Aguirre
Septiembre 27, 2011
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