Me perdí de tu faro.
El cielo en mí aplacó solemnidad…
¿A mí me buscas
en tu acelerado navegar?
No me busques en el mar bravío,
pues yo soy calma si tan sólo intentas mi nombre pronunciar.
No hurgues entre los pedazos de una ola rota...
Soy mucho más que océano
Soy fuego … soy volcán.
Yo soy todo...
Soy espacio, gaviota en libertad.
Mi verdad se transparenta
hasta en los leves destellos de mi desnudez
que dibujas a solas…
con dedos agitados… sudorosos,
en un claro escondido
de tu silente y desquiciante obscuridad.
No en busques en el fondo de algún mar...
No soy ola que viene y va.
Soy sirena que no se esconde entre corales.
Mi voz canta perfumando a vainilla y azahares
No me busques en el desastre que dejó tu tempestad.
Allí no me encontrarás.
Yo soy balance, tranquilidad...
Soy ola que arrastra.... No destruye.
Ninfa marina que agita tu virilidad.
Y a pesar…. Soy yo quien no te logra alcanzar.
¿O eres tú…
que en mis caderas no apeteces atracar
y tu cansancio, lobo de mar,
en ellas esquivas reposar?
¿Acaso temes a la palabra SIEMPRE?
Címbrate a mi piel.
Enlaza tus zamarras mustias, desgastadas.
Reinventa tus sueños de papel.
Soy limón, chantilly y miel
que se hace cántaros de agua y sal
cuando tu estás
y se estremecen mil mareas sin cesar.
Soy Sirena que te vuelve tifón… huracán…
que duerme sola…
Tu pluma inspirada de escritor de auroras y alboradas,
a pesar… No me deja de nombrar.
Yo soy todo...
Soy espacio, gaviota en libertad.
No es entre trozos de nada inerte
donde debas buscar.
Soy luz, soy brillo en medio de tus sombras,
noches de anonimato y obscuridad.
Soy lucero…
Ven a hacerme amor a orillas del mar…
Mayra Bevilacqua
Octubre 07 / 15, 2011.
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