transformadas en voz.
Anhelaba...
Tarde traviesa...
Escondidos cual adolescentes,recorriendo la ciudad de un lado a otro.
Y aunque el aire de mi carro lleva semanas dañado,
ambos sentíamos frío
¿Nervios?
-«¡¡¡Cuidado nos ven!!!»
La sinceridad se me sale a borbotones.
Las palabras que esperabas las dije sin tapujos:
-«Me gustas tanto que me haces sentir demasiado»
-«Yo invito», dijiste
-«Yo acepto», te dije.
Fresas y cremas bailaron por tus labios,
aunque ese honor deseaba tenerlo yo.
Mirarte disfrutar de cada bocado,
mientras mis ojos se tentaban con pasión.
-«¡Ups! Se ha caído una fresa en tu blusa.
Te puedo limpiar si el favor no te asusta»
Aunque me imaginaba más siendo la fresa
que derramaba su crema en tu piel,
tus ropas y tus piernas.
Te miraba con ganas...,
con ganas de fresas.
Fresas y cremas bailando
y paseando en tus labios.
Y aunque roces iban y otros venían,
los ojos se divertían esquivando las cosquillas
que sentíamos estando cerca uno del otro.
Si todas las fresas con crema tuviesen el sabor de esa tarde
con la compañía de ese momento tan agradable,
creo me volvería adicto a degustar esta delicia de manjar
y buscara nuevas maneras de volverlas a probar...
Marco Aguirre
Octubre 05, 2011
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