domingo, 2 de octubre de 2011

Poesía Inconclusa...


Mido el segundo y de aquel encuentro lascivo
lleno de caricias y besos furtivos,
tomo el minuto de cada gemido,
lo convierto en eterno goce fundido.


Liberas tus pétalos sobre las hojas de mi libro.
Te entregas y desvaneces como suspiro de madrugada;
atónito deseo que queda resquebrajado
entre la opulencia del amor
y lo prohibido de estas palabras.


Déjame tocar tus espinas hirientes;
las mismas que llevan el sabor de mi sangre ardiente,
las mismas que me recuerdan que aún la pasión existe
y que no dejaré de intentar robar ese beso que pediste


Pétalos seductores, llenos de perfume...


(Continuará)


Marco Aguirre
Septiembre 27, 2011
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