Me declaro fan de sus besos
aún sin haberlos probado
más allá de mis sueños.
Me admito débil
ante la melodía de su voz
que me acaricia e inquieta.
A pesar de la distancia ésta, tan necia,
por la que Ud no me toca,
lo aguardo temerosa -como aquella vez primera-,
pero ansiosa,
con la piel de ganas sudor destilando
y el pecho de emoción hinchado.
Me declaro impaciente
ante su proximidad y su tacto
rasgando mi cuerpo,
haciendo suyo ese halo de misterio
que circunda mi encanto;
creando en un roce
frases y escenas prohibidas
para hacerlas sutil,
candente y elegante poesía.
Me declaro rehén en el cerco de su virilidad
aún sin haberme secuestrado.
Admito soy fluido caliente
y palpito recurrente, asfixiante
ante su designio,
ése latente en sus lavas, llamado deseo.
Mea culpa est..., mi estimado señor.
Me declaro fan,
hembra sedienta de sus besos.
Venga, pues Ud.,
sácieme...
y con la fuerza de su boca márqueme.
Venga Ud pues,
y con el acierto de su lengua,
fírmeme los labios...
En la penumbra,
transparente..,
a la luz de las velas,
lo estoy esperando...
Mayra Bevilacqua
Febrero 06, 2014
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