martes, 21 de febrero de 2012

Soy Mujer…


Si el deseo te grita a deshoras.
Si tus ganas vulcanizan y erupcionan en momentos no apropiados,
piérdeme el respeto
sin mayor autorizaciones
que las que otorga el sentimiento
y el fuego abrasador que te hace estragos por dentro,
sin que puedas sosegarlo…
Sin que logres evitarlo.

Soy mujer.
Paloma que quiere merodear tus sueños en blanco y negro
Soy mujer…
que naufraga en tus febriles quebrantos
que te hacen mi caballero de noche y poeta nocturno
que pincela entre neblinas
finos trazos del sueño que arañas
cada madrugada
en algún rincón entre tus recuerdos de dulce algodón
que se durmió en tus ojos
No novicia blanca

Ámame sin apuro,
Recórreme sin más pausa
que ese calor que te tiene las venas inquietas
y la respiración descontrolada, agitada,
haciendo de tu cordura analítica desquicia trastocada.

Recorre con tus manos la superficie de mi espalda.
Muérdeme despacio
o marca mi cuello para siempre.
Conviérteme en reflejo vivo
que brote a diario cual manantial y fuente transparente
desde cada latido tuyo..

Soy mujer...
Hecha a tu medida para quererte
como manantial inagotable,
cual tatuaje de vida que te arde en el pecho.

Tiembla al hincarte en estas mieles indecentes que manan de mí
como agua sagrada.

Soy mujer...
Tu Eva bendita para complacerte hasta tu muerte en vida
y tu renacimiento al bañarme de tu savia por dentro.

Renáceme en los senderos escondidos y prohibidos de tu cuerpo.
Renuévate tú en los linderos de mi sur...
... Aruña esta piel sudada
y convierte mi pecho en tu sepelio eterno
en el que quieras pernoctar noche tras noche entre las sombras.
O si lo prefieres, címbrame a tus caderas masculinas
y haz de mis piernas el camino
a un festín continuamente en ciernes
que te lleve a anclarte plácidamente sin culpas ni cargos de consciencia
en los oscilantes vaivenes de mi vientre.

Bebe de mi oasis...
No soy espejismo
ni espectro intangible.

Soy mujer… Tuya.
Real y fuerte
Reposa tus uñas en los espacios bajos de mi cintura y espalda;
esconde del mundo mis pezones en tu boca y entre tus dientes,
cuales reos puestos tras las rejas.

Soy mujer…. Tuya.
Amanéceme en la piel día tras día….
Dibujemos estrellas y luceros
haciendo distinto el olor del cielo
y el color que yace en el firmamento.

Mayra Bevilacqua
Lunes, Febrero 20, 2012

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