domingo, 31 de julio de 2011

Misiva de un Deseo ♥♥♥


Hola...
Perdón si te perturbo pasando por aquí,
pero ya son varias las noches que llevo sin dormir.
Escucho mi corazón latiendo en un respiro ciego,
pues, se pierde entre los otros tantos de mi pecho
sin saber a dónde tiene permiso de perderse y sucumbir.

¿Sabes?
Cierro los ojos
y tus manos me visitan
para encontrarse con mi cuerpo…
… Mientras tu voz me susurra delirantes frases con el viento,
hablándome de sentimientos tuyos
y con tu recuerdo caliente yo me entiendo.

¿Sabes?
Deseo enredar mis ganas con tus deseos;
mi cuerpo con tu piel dorada…
y mi corazón con tu pecho.

Deseo plasmar tus palabras dulces, enigmáticas y taciturnas
en la cima de mis pechos,
siempre ávidos de tu lengua y tu beso.
Deseo quebrar tu espíritu solitario y guerrero...
con sólo hablarte de juegos, escenarios y ardores nuevos
a la vera de tu oído en un leve susurro,
como cuando en aquél despedir de la tarde,
hace poco… Aquél jueves,
aún en la distancia, sin tenerme,
tu corazón junto a tu carne tembló.

Deseo sacudirte sin mis dedos, sin mis manos…
Que sólo baste el tono quedo, bajo de mi voz,
que te seduce como un beso a tientas;
ese con el que yo intento arrancar la rectitud de tu apellido
y seducir tu pudor.

Deseo ser Afrodita, Venus perfecta
y con sólo transitar, marinero, tu muelle,
entre brisas, velos y corrientes
quieras anidar vida y presente
en los húmedos claustros de mi vientre.
Deseo ser cálida arena
en los linderos de tu desierto.
Agua primaveral que avive tu océano.
Luz en tu confusa obscuridad.
Calma en tu inquietud;
Reposo en tu cansancio
y compañía infinita,
noche a noche en tu soledad.

I

Escucha…
El mar amplio que hace oleajes desde la humedad de mi jardín,
grita tu nombre a los cuatro vientos…
La conciencia despierta….
«Calla… No digas nada.
sigue viviendo a solas tus densas madrugadas.
El marino siempre llega en una próxima alborada»

Te llamo…
¡Ven! Siente el fogaje que me aprieta
en los yermos de mi lecho.

No vienes…
Tu poesía me llena el pensamiento.
No vienes…
Yo sigo viviendo.
Tu sigues teniendo el rol principal
en mi cuento...
Protagonista de mi sueño.

No vienes... mientras..., me hago mieles,
pero, ¿sabes?
Yo te espero hasta un próximo encuentro,
-no importa sin pasan días, meses o años en mi calendario-
cuando he de morder de a poco las líneas de tus labios...
Esos mismos que silencian verdades,
gritan mi nombre y me hablan de sueños y deidades.

Te espero hasta una próxima luna lisonjera;
aquélla en la cual hierva en mí de nuevo por tí
el arte de seducir,
y de ese impulso que te subyuga las venas,
haciéndose eco en el sur de tu cuerpo,
cierres los ojos anhelando volver a sentir.
****
Quien te espera, te extraña y te ama:
Tu mujer amada y dueña de tus ganas.

Mayra Bevilacqua
Julio 08-31, 2011

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