Me perdí entre la mar de tus brazos
confiando en tu beso taciturno.
He extrañado lo abstracto de tu mirada,
inclusive tus deseos furibundos.
Permíteme inmiscuirme en tu piel erecta;
entrar a tus inhalaciones superfluas.
Condenarme de tu sexo agobiante,
neurótico placer de las carnes dominantes.
Torrentes de fuegos que corren por tus piernas:
gustoso escarmiento que me deleita de dolor
El miedo no me acompaña en escena,
tampoco lo satírico de este tiempo sin reloj.
Marco Aguirre
Julio 30, 2011
© Copyright 2011
© Copyright 2011
All rights reserved ®
No hay comentarios.:
Publicar un comentario