Ardiente Madrugada ♥♥♥

Cuando tus manos aún temblorososas
exploraban sin tabúes el mapa de mi cuerpo,
el sudor marcaba las grutas de tus besos aventureros.

Me gustaba besarte el cuello,
disfrutar de tus pechos y complacerlos;
anidar el eros de mi piel
en lo frondoso largo de tu pelo;
recorrer con mi lengua
los pasajes de tu silueta...
Llegar mas allá
de lo que dictan los profetas.
Letanías hechas realidad,
realidades que se vuelcan en tus piernas...
el elixir del deseo que ha brotado
como un volcán de pasión sin control.
Dialogo de pieles sin pudor.

Manos inquietas y desafiantes.
El roce hace más intensa
la travesía de nuestros cuerpos insaciables.
Como barco en alta mar,
el vaivén nos excita
y nos lleva a la profundidad de amar sin medidas.
La imaginación no tiene límites
y nos entregamos a fantasías de película.
Juego mutuo de pasión carnal
Trilogía erótica de mil maravillas...

Marco Aguirre

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