martes, 5 de julio de 2011

Agua ♦♦




Estaba extasiado,
algo desesperado.
La noche fue intensa
y el calor aún me tenía ofuscado


Agua quería,
agua yo pedía.
Necesitaba humedecer mi piel
y mis labios.
quería seguir en rutina




Tú sonreías
con dulzura y picardía.

Decías:
«- Bebe de mi.
Yo calmaré tu sed
con el agua cristalina
que brota de mis labios,
y
con los manantiales de amor
lavaré tus pecados.



La cascada de mi pasión
y los ríos de mis labios
lavarán tu sudor
y la fatiga de tus manos.

Y el apetecible néctar
que emana de mis saltos
te mantendrá relajado,
sumergido en mis lagos

Ven, toma de mi agua dulce.
Ven, calma tu sed»



Marco Aguirre
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