en un sólo grito
que despertó hasta la última nube
que cuelga en este cielo
por nuestros corazones compartido;
salpicado de notas y acordes
que cantan por tí mis ganas
y mi deseo indecente.
Ven... Ven a poseerme...
Sólo satenes azules, blancos, transparentes
cubren mi desnudez
falta de tus caricias rehaciendo fantasías..,
huérfana de tus manos…
provocando mareas arrasantes,
descifrando enigmas subyugantes
en este cuerpo tuyo,
hecho desierto ardiente
por no tenerte humedeciendo mi vientre.
Ven… Ven hacia mí pronto.
Auxíliame.
Ven a poseerme.
Redímeme en tu cuerpo inmenso,
tatúame en tu pupila con miradas lascivas
y en tus labios con besos a fuego lento, pero intensos.
Soy tuya...
Yo, mujer pasional,
latido potente que vocifera tu nombre,
niña inocente...
que te llama dulcemente, que invita.
Ven a hospedar tus respiros
en mis pezones por tu aliento hambrientos
y cuéntame de uno en uno cada sueño tuyo
arrimado tú a la curva de mi cuello largo,
enredado en mis cabellos
… Anidando en el aroma que para tí guarda mi pecho.
Ven hacia mí a pernoctar en mis aguas.
Tenme en tí.
Hazme tu credo bendito, sagrado...
«Per saecula, saeculorum.»
Soy tuya...
Tu Venus, tu afrodita…Tu Eva...
No Virgen idolatrada.
Soy tuya sin pecado ni mancha.
Mayra Bevilacqua
Domingo, Noviembre 13, 2011
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