Soliloquio.*** (No se trata de… )

No se trata de amarte;
No se trata de quererte y adorarte,
mucho menos extrañarte.
Se trata de no poder evitar que mi piel vibre
cada vez que tu voz canta un «te amo»
en el eterno derecho que me otorga el inagotable juego del seducirte.
Es no evitar ahogarme en un beso…
Ése al que me rindo cada vez que sin hablar me dices «quiero».

No se trata de vivir por ti
con la alborada guindando en la mirada esperanzada…

Es despertar con mi cabello en tu pecho
y escuchar en trovas aceleradas
a tu corazón latiendo
que a mí me gritan «siento»
Es vivir en ti cada mañana
y hacer hechizos con mi boca de grana.
Es no evitar que fluyan las ganas…
Ésas que bailan desde los pies, mi sur,
hasta mis palmas
al escuchar tu voz…
que me acaricia el alma,
cuando en un instante brevísimo
tu tono se cuelga a mi laberinto al susurrar:
«hola, amor… Estoy bien»…

No es sólo soñarte…
para sentirme viva
o en un impulso intenso
envuelta en encajes blancos
buscarte bajo las sábanas
y en ese olor tuyo…
que imagino vagando sobre mi almohada.
Es hacerme agua entre tus dedos….
Llamarada y volcán …
si me tocas el cuerpo.

No se trata de pensarte como recuerdo suficiente.
No se trata de un soliloquio de un yo sin ti
en esta noche de lluvias y tormenta,
o de un monólogo de un tú sin mí
en tu madrugada …
sudoroso, desvelado e insomne.

Se trata de querer arropar tu soledad
con la calidez de un beso sin tiempo.
Se trata de sentimiento…
De lo que tengo y de lo que soy
cada vez que, como una ola del mar,

vienes y luego…. Te vas.

Se trata de no dejarte ir con el viento
que entre sus ráfagas a mí te trae
una que otra noche
para tenernos el uno al otro algún amanecer

No puedo enlazarte a mis caderas
y evitar que vayas y vuelvas
como las primaveras y las hojas del otoño.

Pero, siguen transcurriendo las horas lentas.
Pareciese arrastrarse el minutero…
Y mientras…, acá espero,
aferrada a algún último beso
y al recuerdo que me dejaron tus sudores
corriendo por mi cuerpo imperfecto…
Hasta el día que regreses triunfante
en pos de eternos olores, sabores, sensaciones
que como un espejismo
palpitando frente a tus pupilas siempre,
quieras hacer real
con un dulce y tímido beso inicial.
Así recomenzará la aventura de amarme una vez más
y no habrá ya más un tú sin mí
y un yo sin ti.
Sólo «TE AMO» y nada más.

Mayra Bevilacqua
Agosto 03-06, 2011

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