que en tu cielo navegan cual si fueren alondras volando desde lejos
con olor a campos y jazmines
para que me hagas tuya en mil respiros
deshilvanando segundo a segundo el tic-tac del minutero
que irrumpe la mudez de tus silencios
Las rosas y orquídeas conjugan sus aromas
y con sus pétalos me hilan un lecho
para que me hagas el amor;
para que seas dulce, pasional... Muy tierno.
Mis pezones se erigen
ante el calor latente que bulle de tu cuerpo;
y mi boca se hace agua ante la proximidad de tu beso
y el sentir desquiciante de tu infierno
Para que me hagas el amor, aves trinan a lo lejos
y mi cuerpo se convierte en espejo de todos tus deseos.
Mi piel se hace seda entre tus dedos
para que me hagas el amor con tus silencios.
Y mis piernas se hacen anclas, cadenas
para amarrarte a mi sexo,
que se humedece cual río,
de ganas por sacudir tu cuerpo,
teniendo tu sexo aprendiéndome por dentro.
Mi vientre se enciende con tu fuerza
y se prepara para albergar el fruto en un futuro
de quien ha de seguir tu descendencia
y anida esperanzas y paciencia.
Mi vientre se enciende con tu fuerza
y nace un “Te Quiero” sin barreras.
Se escribe un “Te Amo” que libera.
Mayra Bevilacqua
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