El alma de un corazón angustiado fue a visitar a la luna
justo la noche que eclipsaba….
Con ojos inmensos y manos apretadas,
pedía hechizos para sus madrugadas y perlas de suspiros desgastadas.
Se asomó al umbral de su ventana
por el que una veta de limpia luz se colaba.
La observó con triste fervor…
Por ella, pidió permiso a Su Dios.
Descendieron sus parpados
y su conjuro lento, sin apuro, se inició
I
Oh, Selena…, señora de la noche…
Compañera y confidente de mis desventuras y secretos;
Tú, que escuchas mis lánguidos desvelos
Y mi letanía de lamentos,
regálame la magia que le otorgas a quien te mira,
quien, como yo, te cuenta sus desdichas.
Muéstrame algún conjuro que me traiga a mi amor de vuelta
o me lleve a su regazo que conozco tanto,
pero al que sigo acariciando en mis sueños blancos.
Algún sortilegio que me libere de esclavitud interna
y rompa mis intangibles, pero pesadas cadenas…
Entregaría mi mundo sólo por tenerla respirándome de cerca.
Con tu venia,
concédeme la inagotable dicha de verla despertar en mi alborada.
Me bastará tan sólo ver el reflejo del sol en su mirada
y su calor resplandeciendo en su piel de diosa
que a fuego lento le brota desde adentro.
Permíteme en mi esperanza reverdecer
y fallecer noche a noche en sus caderas;
degustar la gloria que ellas encierran.
**********
La luna habiendo escuchado el clamor del aventurero
con alma de soñador y enamorado…
Se hizo carne… Se hizo mujer... cabello largo...
II
No implores conjuros…
No clames por hechiceras aladas.
No hará falta…. Si la amas….
Rompe ataduras…
Aniquila ese yugo que te aprietan las cadenas.
El amor no está en un anillo curtido de mentiras y apariencias.
El amor es transparencia…
Es compromiso…
El amor cuando es real
nace desde tu esencia…
No de la consciencia que rige tu cabeza…
III
Que tu único embrujo sea la paz que sientes
al ver el reflejo de tus ojos en la tenue luz de mi mirada.
Que tu único hechizo sea el cosquilleo que recorre tu piel
si, buscando tu amor, yo te toco.
Que tu único sortilegio sea ese temblor que a tu corazón agita
y la sangre en tus venas vulcaniza
si hurgas en mí
anhelado hacerte dueño de cada beso dulce que yo callada guardo en la boca.
Que tu única brujería sea ese voraz embeleso que te exalta,
ese encanto que te desarma
al hundir tus ganas en los mares inquietos que fluyen en mi sexo
y haces tuyos en continuos vaivenes
que, cual elixir de dioses, te regalan orgasmos
entre gemidos, quejidos, gritos;
y de éxtasis, mi voz ahogada y mi llanto…
Que al final de todo,
esa fuerza que te mueve, que te envuelva
te la dé la estruendosa sonoridad de un «TE AMO»
que en penumbras, bajo la luna, a tus oídos,
cual buque a la deriva, se va a anclar desesperado.
********
Él, habiendo escuchado tal declaración,
posó su mirada absorta en la figura que con sensual ternura lo observaba.
Entendió que no soñaba…
Era la razón de su pasión quien esa noche
a través de su ruego a la luna le hablaba
y entendió que no hay mayor embrujo,
sortilegio mayor
... que el amor….
Mayra Bevilacqua
Junio 16-17, 2011
© Copyright 2011
All rights reserved ®
El alma de un corazón angustiado fue a visitar a la luna
justo la noche que eclipsaba….
Con ojos inmensos y manos apretadas,
pedía hechizos para sus madrugadas y perlas de suspiros desgastadas.
Se asomó al umbral de su ventana
por el que una veta de limpia luz se colaba.
La observó con triste fervor…
Por ella, pidió permiso a Su Dios.
Descendieron sus parpados
y su conjuro lento, sin apuro, se inició
I
Oh, Selena…, señora de la noche…
Compañera y confidente de mis desventuras y secretos;
Tú, que escuchas mis lánguidos desvelos
Y mi letanía de lamentos,
regálame la magia que le otorgas a quien te mira,
quien, como yo, te cuenta sus desdichas.
Muéstrame algún conjuro que me traiga a mi amor de vuelta
o me lleve a su regazo que conozco tanto,
pero al que sigo acariciando en mis sueños blancos.
Algún sortilegio que me libere de esclavitud interna
y rompa mis intangibles, pero pesadas cadenas…
Entregaría mi mundo sólo por tenerla respirándome de cerca.
Con tu venia,
concédeme la inagotable dicha de verla despertar en mi alborada.
Me bastará tan sólo ver el reflejo del sol en su mirada
y su calor resplandeciendo en su piel de diosa
que a fuego lento le brota desde adentro.
Permíteme en mi esperanza reverdecer
y fallecer noche a noche en sus caderas;
degustar la gloria que ellas encierran.
**********
La luna habiendo escuchado el clamor del aventurero
con alma de soñador y enamorado…
Se hizo carne… Se hizo mujer... cabello largo...
II
No implores conjuros…
No clames por hechiceras aladas.
No hará falta…. Si la amas….
Rompe ataduras…
Aniquila ese yugo que te aprietan las cadenas.
El amor no está en un anillo curtido de mentiras y apariencias.
El amor es transparencia…
Es compromiso…
El amor cuando es real
nace desde tu esencia…
No de la consciencia que rige tu cabeza…
III
Que tu único embrujo sea la paz que sientes
al ver el reflejo de tus ojos en la tenue luz de mi mirada.
Que tu único hechizo sea el cosquilleo que recorre tu piel
si, buscando tu amor, yo te toco.
Que tu único sortilegio sea ese temblor que a tu corazón agita
y la sangre en tus venas vulcaniza
si hurgas en mí
anhelado hacerte dueño de cada beso dulce que yo callada guardo en la boca.
Que tu única brujería sea ese voraz embeleso que te exalta,
ese encanto que te desarma
al hundir tus ganas en los mares inquietos que fluyen en mi sexo
y haces tuyos en continuos vaivenes
que, cual elixir de dioses, te regalan orgasmos
entre gemidos, quejidos, gritos;
y de éxtasis, mi voz ahogada y mi llanto…
Que al final de todo,
esa fuerza que te mueve, que te envuelva
te la dé la estruendosa sonoridad de un «TE AMO»
que en penumbras, bajo la luna, a tus oídos,
cual buque a la deriva, se va a anclar desesperado.
********
Él, habiendo escuchado tal declaración,
posó su mirada absorta en la figura que con sensual ternura lo observaba.
Entendió que no soñaba…
Era la razón de su pasión quien esa noche
a través de su ruego a la luna le hablaba
y entendió que no hay mayor embrujo,
sortilegio mayor
... que el amor….
Mayra Bevilacqua
Junio 16-17, 2011
© Copyright 2011
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