y la luna te observa desde el umbral de tu ventana,
permíteme pasear invisible.., desnuda
por cada rincón de tu morada.
Deja que mi desnudez imperfecta
te enamore… sí…
de adentro hacia afuera…
sin que debas intentar rozarme siquiera.
Que en cada intento
por querer tenerme sofocante en el calor de tus manos,
entre la corta longitud de tus dedos,
me robes sin pudor más de un beso delatador.
Permíteme invisible …, desnuda,
hipnotizar tu corazón antes que tu mirada,
mientras en tu mano yace temblorosa
tu pluma impregnada de cantos de amor y letanías infinitas.
Permíteme transparente, limpia,
pasear por tu corazón gitano;
a veces niño, a veces, malcriado,
y otras tantas… testarudo
mientras tus pupilas se fijan en el vaivén de mi cabello largo;
mientras tus ojos se van detrás de mis pequeños pasos,
borrachos de aromas distintas
y perdidos en el escote de mi espalda.
Permíteme invisible…, desnuda,
Entre sedas y velos blancos…,
sutil como un suspiro…. Tocarte…..
y perturbarte en tus más dormidos deseos,
haciéndote fuente partícipe de mi manantial,
para amarte más allá de cualquier noche
y aún más lejana madrugada.
Mayra Bevilacqua
Septiembre 10-11, 2011.
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