domingo, 4 de septiembre de 2011

CUATRO TIEMPOS… UNA ESPERA***


Espera la noche a que llegue el día.
Esperan los enamorados por cada luna nueva...
Espera el mar que llegue la marea para que emerja de sus aguas
alguna sirena o ninfa lisonjera...

Entonces....

¿Por qué no he de esperar que alguna luna
te traiga hasta mi puerta?
¿Por qué no he de contar los minutos entre candilejas
y flores deshojadas
esperando vuelvas?

Y mientras....

Seguiré siendo yo ese verso que te deambula
cual nota distinta retumbando en tu cabeza.
Seguiré siendo yo la musa
que te provoca sonrisas
plasmadas en rimas
y corcheas blancas hacen melodías
en la más perfecta sincronía.

Me seguirás cantando desde cualquier lugar
sin importar si tu voz se quiebra,
sin importar que en un ahogo en el pecho
la emoción o el dolor de extrañarme te gane….
Como hoy…Cuando moría la tarde,
cuando el cielo lloraba tu ausencia y tus ganas;
Como siempre cuando piensas en mi beso…
….Ése que provoca tu ardor por tenerme

Y si me inquieres cuánto falta para llegar a mi...
En tiempo o distancia,
lo ignoro...
pues, la respuesta la tienes en el corazón
que cubres con tus dos manos,
palpitando fuertemente.

Y después….

Llegado el momento
tus pasos se detendrán bajo el umbral de mi puerta,
dejará de respirar la noche
y el reloj enmudecerá el tic-tac de sus manecillas
para que puedas escuchar de cerca mi palpitar.

¿Los luceros dónde estarán?
Pues… No brillarán…
Querrás sólo verme iluminar tus ojos
clavándote como daga esa mirada que hoy extrañas…

Después….

No habrá agendas que cumplir, Ni itinerarios…
Mucho menos reglas que seguir.

Después…

Sólo habrá manos arropando calor…
Buscando otras manos para enlazar dedos
y como pinceles dibujar tu «Te Siento»
en pieles en blanco y negro
-tú corazón fuerte por las heridas, claros tus sentimientos,
enredados de a poco en el negro mi cabello…
Y a veces… sólo a veces.. mis ojos color caramelo-
para reinventar el cuento de un tú y yo vivos,
de un nosotros intenso y tierno,
como tu voz, tus palabras y mi poesía
De un «Nosotros» juntos más allá de la vida,
más allá de distancias terrestres
y tiempos dizque perfectos.

Pero, ahora….

Sólo queda esta espera
en la cual…. ¡hasta la luna se devela!
Y mi corazón…. anhelante porque vuelvas
… Y aunque ya me tengas,
quieras quedarte de este lado de la acera….
Para que contemos juntos cuatro tiempos…
y haya muerto el «Para Siempre» de esta espera

Mayra Bevilacqua
Sábado, Septiembre 03, 2011.

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