porque ni las traiciones pueden matar
lo que El Supremo hizo para amar.
Mira hacia tu pecho,
entra en tu lecho;
detén en tu interior
las lágrimas de dolor.
No dejes que fluya la palabra dolor.
No te permitas llorar por quien no te aprecia.
No aprecia tu amor
tampoco tu entrega.
Levántate y camina con fuerza;
desdobla tu alma inmersa,
Llévala a caminos de transparencia,
honestidad y cordura.
No pueden ser las excusas
tan fuertes como torturas.
Rompe las cadenas,
desarma al verdugo;
ponlo en tu lugar
y derrama en él vino oscuro:
que se embriague con la sangre
sin sufrimiento humano;
que entienda la lección,
que se arrepienta y sufra,
pero jamás voltees
porque su arrogancia
insulta.
Camina y perdona;
sonríe y respira.
Hoy comienza
la etapa madura de tu vida.
Dale tu beso sagrado
a quien
por ti se sacrifica.
Entrega tu alma y cuerpo
en las manos de quien ama
sin ironías.
Marco Aguirre
Julio 16, 2012
Derechos reservados ©
No hay comentarios.:
Publicar un comentario