dos cuerpos tiemblan cargados de pasión.
Plácido rincón con la luna de testigo.
Fuerza y lujuria… No hay pena ni pudor.
Melódicos gemidos indican lo divino
de un bello cuerpo entrando en posesión.
Entra en sus pliegues y encuentra su camino:
viaje infinito buscando la fusión.
Cara a cara confrontan las miradas.
Medias sonrisas y caricias colmarán.
Suaves suspiros, respiración acelerada:
Todo es silencio… Las palabras sobrarán.
Arena y sal conjugadas cual Pecado Capital:
tu piel tostada y mi piel sudada.
Sonidos leves vienen y van
como ecos lánguidos sobre el diván.
Manos escurridizas buscándose deprisa,
como invidentes queriéndose adivinar.
Labios cuarteados, bocas sedientas
queriéndose en un beso deleitar.
Tú .., veta de luz en el invierno,
yo.., misterio en la oscuridad
enlazados en un punto
que nos sirve a los dos de cobijo.
Dos sabores, dos texturas
De sensaciones un mar:
Arena y sal…
compactadas
al momento de amar…
Rigoberto Sabino Pierluissi & Mayra Bevilacqua
Julio 25-27, 2012
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