domingo, 4 de noviembre de 2012

Sombra a rayas***

Encapotada el alba
y vestida de gris amaneció.
Fañoso el recuerdo despertó,
constipado el amor
que para mí cuelga en tu boca,
aunque en mis pupilas tu sombra recíproca no brille como espejo.

Pero, yo…
en mi impoluta nobleza,
esta fuerza que me empuja a manera de tromba marina,
beso como bendiciendo el cielo
tus ojos inmensos,
luceros,
ventanales gigantes
que me iluminaron una tarde
mirándome con ternura
y pasión anhelante.

Beso tu pecho adormecido
que late a fuego si te miro.

Agazapado, te aprehendes de mis pechos.
Tú…obscuridad…
Tú…. noctámbulo… nada dices.
¿Yo? Ya no quiero adivinar
sólo te cuelas y te haces noche sobre mi cuerpo
como dos perdices queriendo anidar.

Como sombra a rayas,
trasluz en la ensenada,
irrumpes en mi piel,
y tu voz añorada emerge de entre mil telarañas,
intacta… Nada distinta
para encontrarse conmigo en blanco y negro ,
aunque un eco punzante repite
cual nota chirriante de un acordeón… ya no me amas.

Susurro nuestra oración
cual leve y sutil canción
asida como garfio de tu oído
y así, provoque tus ganas
de amanecer conmigo
disfrutando como dos criaturas inocentes
del despertar de la alborada...
jugando sólo a amanecernos en besos.

Pero… -Acá surge el pero-

La cordura me grita que eres sólo eso:
una sombra a rayas que vive entre las persianas de mi sala
y en algún rincón de mi habitación.

Pero… -helo acá de nuevo-
¿Cómo se lo explico al corazón?

Mayra Bevilacqua
Octubre 27-29, 2012.

© Copyright 2012
All Rights Reserved

No hay comentarios.: