martes, 8 de abril de 2014

Domingo...

Y recordaba
cuando entre aires del sur,
aromas de flores
y gotas de lluvia
estabas tú
recostada..., mirando al norte,
sumisa, entregada,
privada
de tanta tranquilidad,
de la cólera del silencio,
de aquel canto semi seco,
semi húmedo
de la tierra
que recibía cada lágrima
sonriente
que invitaba a la vida,
a la paz
y a la música de tu sonrisa;
esa melodía de tu cuerpo que suena
con la yema de mis dedos
y que suena al ritmo de aquel suspiro tranquilo
de magia envolvente
del placer
y la alegría
de saberse amada
de sentirse deseada.

Marco Aguirre
Marzo 30, 2014
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