te envío un tórtolo con seis besos en el pico:
Uno para tus ojos inmensos
que voltearon a verme
en el ocaso de una tarde.
Uno en la punta de tu nariz,
que captó mi aroma al pasar
en una ráfaga de viento.
Uno para tus oídos
que se endulzan con el sonido de mi voz.
Uno para tus labios,
-tentación y mi rendición-
que cantan prosas y versos de amor
que alimentan mi ilusión.
Uno para ese cuerpo tuyo
donde se hospeda tu piel
llena de deseos gimientes,
secretos latentes, ocultos,
en cada poro que guarda tus suspiros,
haciéndose sudor y granos de sal.
El último de los seis
para tu corazón trovador,
para tu alma;
ese lugar
donde reside
la fuente impoluta de la esencia de tu amor.
Tu alma... Viril y apasionada.
Tu alma...
Esa mujer de donde emerge…
el gran hombre que eres tú.
Mayra Bevilacqua
Julio 08-14, 2013
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